¿Compromiso o Compro-miso?

‘Hay hombres que luchan un día y son buenos,
hay hombres que luchan años, y son todavía mejores,
pero hay hombres que luchan toda la vida… esos son los indispensables…’
Bertold Brecht
 

Cómo carajos se verbaliza?

Cómo se convoca a los otros por medio de las palabras a que olvidemos los melodramas de nuestra propia vida? A que nos concentremos en la posibilidad real de operar un cambio juntos, mano a mano, un cambio palpable que salta a la vista?

Hablo de un cambio visible en nuestro entorno inmediato. No de los niños pobres de México, la India o Argentina.

Cómo diferenciar nuestros frutos de entre el resto de la paja que el viento arremolina? Qué, es qué? Dónde comienza el compromiso genuino y cuándo éste, se convierte en el hedonismo egotista tan típico de los artistas?

Para los que hemos hecho del Circo de Poesía, una parte importante de nuestra vida, estas preguntas, constantemente, flotan en el aire, pareciera, indefinidas.

Y es que tenemos años de trabajar juntos. Años de construirnos escenarios espectaculares para homenajearnos mutuamente. Escenarios fuera del alcance de la solemnidad, del mercantilismo y las bisuterías.

Además, por años ya, hemos gozado de una convivencia tan civilizada comparada con la mayoría del mundo, que casi se nos ha vuelto rutina. Algo así como que desde dentro del bosque, los árboles son lo último que uno mira…

Y aún así, todos lo intuímos: si hubiera un compromiso más palpable entre todos, como serían las cosas? Qué pasaría?

La respuesta es obvia: casi nada, o absolutamente nada, nos faltaría. Porque colectivamente, ya lo poseemos todo: talento, equipo, horas-hombre, convicción, energía. Solo falta mezclar todos estos elementos en una verdadera participación colectiva.

Y es que solo con gente comprometida es como se construye una plataforma que luego nos sirva a todos como punto de partida.

Jesús insistió que ‘hay más felicidad en dar que en recibir.’ Estas palabras, tomadas como un principio para la convivencia entre seres humanos, siguen siendo ciertas todavía. El que da más de lo que le sobra o de lo que recibe, demuestra para sí mismo que su compromiso no es apariencia ni fachada. Que sus contribuciones son inversiones en una sociedad de iguales y no limosnas a favor de una sociedad caritativa.

Por eso, aúnado a un mensaje de solidaridad e igualdad entre los humanos, el Circo pretende ser la bofetada del que te vé quedándote dormido tras el volante… es mejor un poco de ardor en la cara que perder prematuramente la vida.

Y es que en realidad, lo que esta en juego es nuestra vida. No hablo de nuestra vida linear e insípida, esa amalgamación de años, meses y días. Hablo de la Otra Vida. La Vida que todos anhelamos, la que al vivirla, se presiente significativa. La Vida en la cual eres el arquitecto de cada uno de tus actos y elecciones, el constructor de tantos como puedas de tus días.

Y para evitar que la vida se sienta hueca, sin significado, vacía, no hay pasajes secretos, no shortcuts, o sea, no se puede doblar antes de llegar a la esquina. Así, uno es confrontado consigo mismo en un callejón sin salida. Ahí, solos con nuestra conciencia, solo podemos contemplar una alternativa: vivo mi vida bajo la influencia de esta maquinaria egoísta, hipócrita, ridícula y nociva, o me tiro al precipicio y apuesto a un cambio genuino que comienza adentro mío, un cambio que me haga crecer alas y así el salto jamás calificaría de caída…?

Alguna manada de locos, alguien, algún día, va a tener que gritarle al mundo entero: a partir de hoy, ya no vivimos con miedo la vida. Ya no jugamos más el insípido juego este de Monopoly… me retiro, aquí estan todas mis fichas…

Entonces, habremos demostrado ser capaces de ‘reaprenderlo todo si es necesario’, para citar a Alicia Villa.

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Entonces, que califica a uno, como un colaborador comprometido del Circo de Poesía?

Primero, el Circo no es para espectadores pasivos. El Circo es un campo de batalla diaria contra la mediocridad, la conformidad y la hipocresía. No es una aspirina espiritual barata para todos aquellos cuya conciencia se siente un poco culpable o adolorida. El Circo no le sirve a nadie que no este ya por si mismo tratando sinceramente de vivir con una cierta coherencia genuina.

Al espectador desprevenido que por accidente arriba a un espectáculo del Circo, no le cambia para nada la vida. Los pocos que intuyen que algo más, aparte del evento público sucede tras bambalinas, son los que constantemente al final de las funciones nos preguntan: y el Circo qué? Hay reuniones semanales, mensuales… Hay membresía? Dónde se juntan, como es que hacen esto así porque sí… wow, que copado ché… a ver si para la otra por favor me invitan.

Por eso lo digo otra vez y de otra forma: el Circo no es una compañía teatral que produce espectáculos para las almas dormidas. El Circo aspira a que su fruto último sea su audiencia misma. Que el espectador se incorpore y que dentro de él, lo presenciado, le toque alguna fibra.

Por eso, nuestros cumpleaños y fiestas son homenajes y celebraciones, no reuniones sociales aburridas, 6 u 8 caritas aparentando solidaridad, regalos plásticos de Nordstroms o Mervins y miraditas furtivas. Por eso cuando nos vemos, al identificarnos, nos besamos las mejillas. Por eso entre nosotros las cosas politicamente correctas deberían estar definitivamente prohibidas.
Pero acaso entonces, cada vez que hemos tenido una puesta en escena, no hemos recibido inmensa ayuda de docenas de artistas?

Así es.

Pero esto amerita una pequeña aclaración la cual todos inconscientemente, entendemos, pero por despistados, frecuentemente se nos olvida: el propósito del Circo no es materializar eventos extravagantes para el público desencantado de esta ciudad tan linda.

Para nada.

El Circo, porque esta compuesto de cierta gente comprometida que trata de vivir honestamente su vida, en esta aridez espantosa, se desborda hacia fuera y por supuesto, algo germina. La docena de eventos públicos que acompañan nuestra trayectoria en Los Angeles, no es el fín ni la causa detrás del Circo de Poesía. Es más bien, el resultado, el producto final. Es decir, es la olla pero no es la arcilla.

Solo luego de años trabajando juntos, dejando nuestros egos afuera, podemos materializar algo que no termine reducido a simples categorías: El Circo organizó un concierto, El Circo participó en exposiciones y colgó arte en esta o aquella galería. Y?

Para citarme a mí mismo: ‘El Circo, detrás de toda postura estética o artística, potencia, en realidad se atreve a sugerir, una forma de vida’

Si el Circo es solo la suma de sus eventos públicos y no los logros individuales de sus miembros en sus propias vidas, entonces el Circo calificaría de espectáculo que a las 10 comienza y a las 4 termina. Y cómo se logra con ésto un cambio? En la capital mundial del entretenimiento, a quien le salva un espectáculo extravagante la vida?

Y otra vez, citándome, ‘el Circo te persigue más allá de micrófonos y estrados… es la invitación a mantener, juntos, esta llama viva…’

Sé muy bien, que esperar todo esto de parte de todos, es pedir que no haya un solo soldado con miedo antes de irse a la guerra decisiva. Aún así, esto no es una demanda excesiva.

Y es que solo así, ya desde el comienzo, no esta la batalla perdida.

1.     To Commit or just to meet?    English

2.     Conformity is the System       English